A raíz de esta situación, desde la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos, mediante la Dirección de Zoonosis y Vectores, se iniciaron las tareas idóneas para mitigar las consecuencias que pudieran originar futuros eventos climáticos como el acontecido en los últimos días.
Por otra parte, es importante mencionar que el proyecto inicial planteaba un piso únicamente de cemento en cada una de las canilleras, el cual fue modificado con el objetivo de brindar mayor seguridad preservando las almohadillas plantares evitando lesiones en los animales.
A razón de ello, las estructuras cuentan con una platea de cemento cubierta, con una cucha, y otra restante de tierra para su bienestar. La nueva edificación contrasta notoriamente con aquella que se encontraba en calle 44, promoviendo una considerable mejora en la calidad de vida de cada una y uno de los perros, por la cual se brega a diario.