Así lo marcó con su irrefutable opinión Miguel Ángel Collado en el portal de La Red Pampeana y en la previa de la transmisión de fútbol del "Super Domingo del Gol", en un sentido homenaje que el periodista le brindó a José Aragonés.

por: Por Miguel Ángel Collado
08/06/2024 20:06
fuente: La Red Pampeana

Se fue casi en soledad, alejado del mundo del fútbol, solo acompañado por sus más íntimos, sin recibir el homenaje que mereció, quizás porque nunca pasó por una academia, una escuela de técnicos, tampoco por una capacitación para manejo de grupos o la psicología del deporte, él fue un autodidacta, con la única virtud de entender el fútbol como lo que es; UN JUEGO, de “sacarle la ficha” rápidamente a sus adversarios, encontrarle los puntos flacos, entender claramente por donde se podía hacerle mayor daño y preparar un plan para llevar a cabo ese objetivo.

Nunca se destacó por la grandilocuencia de su discurso, sus equipos “no atacaban o defendían en bloque, no basculaban”, no se lo escuchaba explicar “el ataque directo” o “ir a la segunda pelota”, no pregonaba “la tenencia defensiva del balón” basada en pases intrascendentes, era simple, cuando su equipo tenía la posesión de la pelota era para tratar de meterla en el arco rival.

Los futbolistas que elegía no eran “carrileros”, o “interiores”, tampoco “extremos” eran verdaderos gladiadores preparados para “hacerle pata ancha a cualquiera, se llame como se llame y sea en la cancha que sea”.

Los equipos que él armaba eran muy simples, hasta podría decirse según la consideración de la “cátedra actual” casi rudimentarios, trabajaban duramente durante los entrenamientos para exaltar sus virtudes y corregir sus falencias, para llegar al domingo bien afilados, entrar a la cancha y jugar, sencillamente eso, JUGAR!, a veces les tocó perder, en realidad muy rara vez perdían, podía pasar que el rival les ganara, que es distinto, algunas empatar y otras ganar, ¡CASI SIEMPRE GANAR porque en lo que sí era un experto, era en contagiar su ambición por imponerse; podían rendir mejor o peor dentro del terreno de juego, pero siempre dejaban hasta la última gota de sudor en pos del objetivo.

Se ha ido el generador de la hora más gloriosa del fútbol de La Pampa, la partida de José Norberto Aragonés nos deja un sabor amargo a los “futboleros de alma”, se fue sin el reconocimiento institucional y material que se ganó con creces. Hoy la pelota tendrá brazalete. Seguramente en el cielo de los grandes ya estará mirando la lista para ver como arma el equipo. HASTA SIEMPRE JOSÉ, GRACIAS POR LO QUE NOS ENSEÑASTE, GRACIAS POR LO QUE NOS DISTE. GRACIAS ETERNAS POR LA FELICIDAD QUE NOS REGALASTE.


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