Gracias a la colaboración de las y los vecinos, los RAEEs fueron trasladados a las estaciones de transferencias Norte y Sur.
La directora de Gestión Ambiental, Carol Castillo, afirmó: “Tras ello, logramos realizar el envío de 7500 kilos para su respectivo tratamiento. Las y los piquenses los separan contribuyendo a la recuperación de materiales y a disminuir el efecto negativo que podrían generar al ambiente su inadecuada disposición final”.
En este sentido, manifestó que “a partir de la correcta gestión, se puede lograr el recupero de plástico, metales ferrosos y preciosos o vidrio”. De esta manera, se puede disponer de manera segura de componentes clasificados como peligrosos como son plaquetas de circuitos integrados, tubos de monitores o televisores, entre otros.
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