El exárbitro Javier Castrilli apuntó con dureza contra la conducción arbitral y acusó un sistema de poder sostenido en el miedo, la manipulación y la compra de voluntades.
El ex árbitro afirmó en una entrevista con Radio Rivadavia que el manejo actual del referato argentino atraviesa una crisis profunda y que la situación no sorprende a quienes la siguen de cerca desde hace años.
El ex juez aseguró que “el arbitraje se usó para construir poder a través del miedo y la esperanza” y que los responsables “eligen el terror, gobiernan como una dictadura”.
A su vez, Castrilli sostuvo que existe un entramado de intereses que incluye “dinero sucio” destinado a “comprar voluntades de dirigentes”, con una estructura consolidada a partir del fútbol del interior. “El poder lo construyeron con el fútbol del interior, Toviggino estuvo siempre vinculado a eso, vio el negocio”, expresó.
Castrilli remarcó que la situación actual no surge de manera repentina. “La prensa toma nota ahora que llegó a Primera, pero esto pasa hace años”, señaló. Recordó que en 2018 ya había advertido el escenario que se avecinaba. “Le dije a Mariano Closs que todavía no habíamos visto lo peor”, relató.
El ex árbitro también se refirió al plantel arbitral que hoy ocupa lugares centrales. Aseguró que los consideraba “sicarios” y que los equipos rivales “sabían que los iban a ejecutar”.
Castrilli agregó que el problema superó cualquier duda razonable. “No son árbitros con sospechas, ya no existe la sospecha”, afirmó. Según su visión, incluso quienes desean impartir justicia con corrección se encuentran condicionados. “Aunque quieran dirigir bien no pueden”, declaró.
Finalmente comparó la situación con la etapa de Julio Grondona. Señaló que el histórico dirigente “no era un santo”, aunque aplicaba una regla tajante ante cualquier duda respecto del comportamiento de un árbitro. “Ante la menor sospecha de un árbitro dejaba de dirigir”, sentenció.